Tres fieles de la iglesia evangélica, entre ellos un chico de 14 años, fueron detenidos por la policía cuando pintaban, en un paredón del K50, un mural para expresar su posición en contra de la despenalización del aborto.
Los tres quedaron detenidos durante varias horas en la Comisaría 5ª, de Presidente Derqui, con una causa por “daño y resistencia a la autoridad”. Uno de ellos, incluso, denuncia haber sido golpeado por los uniformados.
El hecho generó reacciones de la congregación religiosa y de fuerzas políticas, que coincidieron en denunciar un “ataque a la libertad de expresión” y un hecho de “violencia institucional” por parte de los policías.
El hecho se produjo ayer a la madrugada, en la calle Las Magnolias y Los Quebrachos. En el lugar, lindero al predio del centro comercial Palmas del Pilar, hay un paredón que suele ser utilizado por fuerzas políticas para sus pintadas.
Ahora, blanqueado, fue elegido por los fieles para dar su opinión en torno al debate por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. El paredón rodea el predio donde, durante años, funcionó un albergue transitorio, ahora demolido.
De acuerdo al parte difundido por la policía, el patrullero circulaba en prevención del ataque de motochorros. Pero en lugar de delincuentes, se topó con los pintores.
Según la versión policial, solo había tres hombres pintando, incluido el adolescente. Señala que los tres intentaron huir al recibir la “voz de alto”, por lo que fueron perseguidos, detenidos y encausados.
Además, los elementos que llevaban -pintura y brochas- fueron incautados, fotografiados y difundidos junto al parte de la policía.
El texto indica que la aprehensión fue dispuesta por el fiscal Jorge Noceti, titular de la UFI 4. Y agrega que los detenidos mostraban una actitud “hostil al accionar  policial” y no contaban “con la autorización alguna para pintar las paredes del lugar”.
De hecho, en el paredón podía leerse aún ayer la leyenda inconclusa, “No al abo…”, como testimonio de lo ocurrido.
Los detenidos integran la feligresía de la iglesia evangélica Casa de Fe, de Monterrey, conducida por el pastor Ramón Ayala. El religioso se mostró indignado por la situación, que calificó de “injusta” y un hecho de “violencia institucional”.
“Se solidarizó con nosotros el Movimiento Evita, que está a favor el aborto. Los políticos pintan en todos lados y a nosotros nos hacen esto”, se quejó.

“Nadie nos dio una explicación a los miembros de la Iglesia. Somos gente cristina, sin violencia. Da impotencia esta injusticia”. RAMÓN AYALA, Pastor evangélico.

G.T.