La decisión se conoció a través de un video difundido por la compañía en redes sociales, lo que generó malestar entre los trabajadores. “Nos enteramos por YouTube, fue un golpe inesperado”, manifestó uno de los operarios, según se difundió en distintos medios. Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el secretario general Abel Furlán expresó críticas hacia la empresa y vinculó la medida con el contexto económico. “SKF no atraviesa una crisis, simplemente busca abaratar costos mientras se pierden empleos argentinos”, declaró. El Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires intervino en el conflicto con el objetivo de garantizar el cumplimiento de las indemnizaciones y evaluar medidas de apoyo para los trabajadores afectados. Según los últimos balances, SKF registró ingresos por más de 9.300 millones de dólares en 2024 y alcanzó un margen operativo del 13,5%. Estos números respaldan la versión de que el cierre responde a una estrategia empresarial global orientada a la reducción de costos y no a problemas financieros. Desde la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) señalaron que la situación de SKF se enmarca en una caída general del sector. De acuerdo con la entidad, la producción metalúrgica registró una baja interanual del 5,2%.