Un abuelo de 93 años de nombre Osmar Laplaca, murió luego de recibir la llamada de delincuentes que le dijeron que tenían a su hijo secuestrado. Horas después el hombre, que sufría problemas cardíacos, falleció de un infarto.

No fue es el primer caso de secuestros virtuales que se dan en el centro de Pilar. En casi todos los casos, los ladrones llaman a gente mayor, pidiéndoles dinero para liberar a sus hijos.
El lunes la víctima fue una señora. En este caso, los delincuentes se quedaron con todos sus ahorros después de llamarla para decirle que tenían a su hijo secuestrado.
Al parecer, en las últimas semanas ya hubo, al menos, otras cinco extorsiones telefónicas similares. Aunque en alguno de ellos las víctimas llegaron a darse cuenta de que se trataba de una trampa, otros, como sucedió con Laplaca, no corrieron con la misma suerte.