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Suipacha: Iguacel habla de la obra que beneficiará al distrito
En los próximos meses se iniciará la construcción del segundo tramo de la autopista Luján-Bragado, una obra de más de 120 kilómetros que contempla una inversión superior a los $ 15.000 millones y beneficiará directamente a Suipacha, dado que los vecinos dispondrán de una vía moderna, rápida y segura hacia el centro del país. En este editorial, el Administrador General de Vialidad Nacional, Javier Iguacel, se refiere a la obra y su relevancia.

Toda obra que se inicia pone sus cimientos sobre una actualidad de necesidades y una historia de deseos. El norte de la provincia de Buenos Aires fue, muchos años atrás, el terreno de avances y retrocesos para la cultura urbana. Los malones asediaban los pueblos levantados al calor de la actividad ganadera. Las tierras de Mercedes dan testimonio de esos avatares. A la par que soñábamos con la independencia empezábamos a imaginar un Estado, incluso una Nación. La unidad de las provincias nos llevó muchos años y sólo se dio cuando pudimos establecer caminos sólidos para nuestras mercaderías, cuando empezamos a estrechar vínculos entre los pueblos más alejados para forjar una identidad de país.
Los sueños siguen siendo los mismos: crecer, producir, vivir en familia con la mayor tranquilidad posible en el lugar que deseamos.
De lejos, la actividad de un ingeniero puede parecer fría. También la de un funcionario. Cuando veo todo lo que diseñamos en el Plan Vial Federal 2016-2019, cuando inauguramos obras en lugares donde nunca hubo pavimento, cuando vemos que una autopista le cambia la ecuación a un pequeño productor que tenía que hacer malabares para llegar con su mercadería a los centros más importantes, veo que las políticas públicas cambian efectivamente la realidad y los sueños de las personas.
Próximamente vamos a iniciar el segundo tramo de la autopista Luján-Bragado, sobre la ruta nacional 5. Ya inauguramos el primero en marzo, el Bypass Luján, donde construimos unos 8.500 metros y dos puentes que descongestionan uno de los peores cuellos de botella del país, por donde circulan más de 18.600 vehículos al día. Hoy, los usuarios se ahorran 45 minutos de viaje en hora pico.
En Mercedes comenzaremos los primeros 8 kilómetros del tramo que une la ciudad con Suipacha. Esas tareas van a estar financiadas enteramente por Vialidad Nacional. El resto de la autopista, los casi 120 kilómetros que llegarán hasta Bragado, ya salieron a licitación a través del nuevo esquema de Participación Público-Privada (PPP). En total, la obra contemplará una inversión superior a los $ 15.000 millones.
Además de la duplicación de la calzada, los trabajos prevén la construcción de pasos a nivel, nuevos accesos a Mercedes, Suipacha, Chivilcoy y Bragado, señalización inteligente y tres variantes (nuevas trazas que permitan evadir el paso urbano de las rutas) en Suipacha, Chivilcoy y Alberti, que darán condiciones óptimas de seguridad a todos los vecinos.
También la RN 5 se transformará en un corredor dinámico ideal para el transporte agropecuario que necesita llegar al puerto de Buenos Aires proveniente de La Pampa. Desde Bragado y hasta Santa Rosa, será adaptada al formato Ruta Segura, lo que significa ensanchar la calzada, dotarla de banquinas pavimentadas, construir terceras trochas y cruces a nivel. Y desde Santa Rosa hasta Anguil, la ruta también tendrá el formato autopista, con el agregado de una variante que aporte nuevas soluciones a la capital pampeana.
Así, gracias al nuevo sistema PPP, que nos permitirá financiar lo que antes hubiera implicado años para el esfuerzo únicamente estatal, toda la ruta 5 quedará convertida en el denominado Corredor B, una vía rápida, eficaz y segura que permitirá reducir los costos de transporte y los tiempos de viaje a una buena parte del cinturón productivo más importante de la Argentina. A su vez, potenciará todos los emprendimientos locales al facilitar el acceso de visitantes que se acerquen desde las ciudades más grandes, como Buenos Aires o Santa Rosa.
El mapa y el trazado del corredor pueden no significar mucho. Cuando uno recorre la provincia y ve las construcciones coloniales, los tambos, el vecino que se acerca para agradecer una obra que le transforma la vida, entiende que cada trabajo de estos es un reencuentro con las raíces del país y, al mismo tiempo, un salto al futuro.
G.T