CANAL PROVINCIA

LA COLUMNA por Carlos Rago

¿Hasta cuándo? Los accidentes de tránsito continúan enlutando a las familias argentinas.

  • miércoles, 21 de febrero de 2018 a las 3:45 pm

Mientras las muertes disminuyen en otros países, en el nuestro aumentan.

Según datos de la Asociación Civil Luchemos por la Vida, desde 1990 a 2014 la Argentina aumentó el número de personas muertas en accidentes de tránsito, mientras otros países lo redujeron: Suecia, un 63%, Holanda, 59%, Estados Unidos, 27%, España, 81%.

¿Qué nos pasa? Si tomamos el comportamiento de los motociclistas, de un Estudio e Investigación de Luchemos por la Vida, realizado en la Ciudad de Buenos Aires en los meses de junio y julio de 2017, sobre un total de 1402 motocicletas y ciclomotores observados, los días hábiles de 9 a 18 horas, vemos que el proceder de los conductores es muy peligroso, a saber:

35% de los motociclistas no respeta los semáforos

22% no disminuye la velocidad en las esquinas

66% no avisa de sus maniobras, como por ejemplo, el giro

69% no cede el paso en las sendas peatonales

51% invade las sendas peatonales

13% no usa casco

Y esto es sólo una muestra.

En el año 2016 unas 7268 personas murieron por accidentes de tránsito, de éstas, 2700 por accidentes de motos.

En el mismo año, la ciudad de Buenos Aires, reportó un total de 109 muertos y por accidentes de motos, murieron 28 personas y hubo ¡3823 heridos!

El informe de Luchemos por la Vida finaliza con una frase muy firme: “La educación de los conductores y el incremento de controles y sanciones a este grupo resultan medidas urgentes para revertir estas pérdidas de vidas y salud, absolutamente evitables”.

De hecho, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires ya había aumentado las multas a los conductores que violen las normas de tránsito. Negaron que existiera afán recaudatorio y afirmaron que las sanciones pecuniarias elevadas contribuyen a respetar la legislación vigente sobre el tránsito.

Sin embargo, los legisladores porteños no aplican la misma vara en otros delitos y contravenciones. El caso de los “trapitos” es evidente. Todavía, quienes deben estacionar en la vía pública están obligados a “contribuir” al “trapito” que se acerca a “cuidar el vehículo”. De no aceptar, el conductor puede ser agredido y el auto dañado.

Según el criterio de los Legisladores de la Ciudad de Buenos Aires, una multa elevada para los conductores los haría recapacitar y cumplir con las normas de tránsito, pero en el caso de los “trapitos” no aplican el mismo concepto, no cuidan al conductor, ni siquiera lo intentan.

La educación es fundamental para tener un país mejor, tanto en lo que hace a la educación vial como al respeto de las normas y la posibilidad de usar el espacio público como corresponde, como establece la ley. Porque en un país donde los ciudadanos no respetan las leyes,  hay impunidad, se va camino hacia la anomia.

 

Redacción Canal Provincial: Carlos Rago

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