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La columna: ¿Hasta cuándo los impuestos continúan aumentando?
El reciente revalúo inmobiliario de la Provincia de Buenos Aires, conocido hace unas semanas, fue exagerado.

¿Hasta cuándo?
Los impuestos continúan aumentando.
El reciente revalúo inmobiliario de la Provincia de Buenos Aires, conocido hace unas semanas, fue exagerado.
Con el criterio que el valor fiscal de las propiedades debe ser o acercarse al precio de mercado, las valuaciones en promedio aumentaron un 56% y, en algunos casos, ¡hasta 700%!
El argumento del Gobierno provincial parece lógico, afirma que sólo se actualizó el valor del inmueble y los porcentajes que fijan el tributo no han sido modificados. Precisamente, ahí radica el abuso de aplicar una carga impositiva exagerada.
Pagar un 10% de 1000 es una cosa, pero pagar el 10% de 1.500 es un 50% más caro. Y la inflación del pasado 2017 no llegó al 25%.
Sucede que, a partir de la valuación de una propiedad, se aplica el impuesto inmobiliario, pero también otros, como el impuesto a la herencia, legados y donaciones, llamado impuesto a la transmisión gratuita de bienes. Una denominación que parece una ironía. En general, los jueces regulan el valor del impuesto a la herencia entre el 15% y el 20% del valor fiscal y un porcentaje similar como honorarios al abogado interviniente. Esto constituye un total de 30% o 40% de quita a los activos a transmitir a los herederos. El esfuerzo y trabajo de toda una vida para obtener ciertos logros se esfuma, en gran medida, por una carga tributaria desproporcionada.
Qué lejos estamos de las palabras de Juan Bautista Alberdi: “…los pueblos del Norte (se refiere a Estados Unidos) no deben su opulencia y grandeza al poder de sus Gobiernos, sino al poder de sus individuos…” y continúa “…los Estados son ricos por la labor de sus individuos, y su labor es fecunda porque el hombre es libre, es decir, dueño y señor de su persona, de sus bienes, de su vida, de su hogar…”
Hasta cuándo continuaremos afrontando costos inequitativos e irrazonables para sostener un Estado que abusa de su condición.
¿Los gobernantes entenderán en algún momento que para lograr un crecimiento firme y duradero se debe estimular la actividad privada? El Estado puede impulsar el desarrollo, pero en definitiva, si no existe un grupo numeroso de particulares que invierta, cree empresas y trabajo, los aportes económicos del Estado serán eventuales y efímeros.
La carga impositiva desmesurada ahoga todo tipo de iniciativas.
¿Hasta cuándo?
Por Carlos Rago: Redacción Canal Provincial