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3 de febrero: Zona caliente, intentaron secuestrar a un contador
El episodio ocurrió a tres cuadras de la municipalidad, en Caseros. La semana pasada dos comerciantes fueron asesinados en un asalto.
Los vecinos de Tres de Febrero viven con miedo. Luego de los asesinatos del carnicero Manuel Palacios y el diariero Carlos Manduca, un nuevo episodio de inseguridad se vivió a cuadras de la Municipalidad, cuando cuatro hombres estuvieron a punto de secuestrar a un contador en la localidad de Caseros.
El episodio ocurrió a las 20 horas, cuando Hernán Castagno, de 48 años, circulaba a bordo de su camioneta Mercedes Benz por la calle Álvarez Jonte, entre Maestra Baldini y General Hornos. Cuatro hombres lo interceptaron con dos vehículos y lo obligaron a pasarse al asiento del acompañante y así capturarlo como rehén.
Afortunadamente para la víctima, un móvil del Comando de Patrulla de Tres de Febrero interceptó a los delincuentes en un enfrentamiento a tiros hasta que los malvivientes se decidieron a liberar a la víctima para poder huir a bordo de los dos vehículos en los que habían llegado.
La policía logró ubicar los vehículos de los delincuentes. Uno apareció dentro de Fuerte Apache, Ciudadela, y el otro quedó abandonado a pocas cuadras del lugar del crimen, en Caseros.
Minutos después, tras un intenso rastrillaje, la policía bonaerense logró ubicar los dos coches utilizados en el ilícito por los agresores. Mientras uno de ellos fue hallado en el interior del barrio Ejército de los Andes, el otro fue abandonado a pocas cuadras del lugar del hecho.
El contador solamente padeció heridas leves en la cabeza por algunos golpes que le propinaron los criminales. En tanto, los oficiales que lo auxiliaron terminaron ilesos.
La semana pasada se realizaron diversas marchas para reclamar por seguridad, a partir de los asesinatos del carnicero Palacios y el diariero Manduca. “Nos están matando”, “la ausencia del Estado mata” y “necesitamos seguridad”, fueron algunas de las consignas de la movilización en la que jubilados, padres con chicos y comerciantes del barrio reclamaron justicia horas después de los violentos ataques.
G.T.